Etapa Vegetativa: Primeros tips
En este blog, les quiero contar sobre una de las etapas más importantes de nuestro cultivo de cannabis en exterior: la etapa vegetativa. Ya hemos hablado de la germinación y el riego en entradas anteriores, así que ahora nos toca seguir adelante. Esta fase es clave para que nuestras plantas se pongan firmes y sanas antes de la floración.
¿Cuándo empieza la Etapa Vegetativa?
La etapa vegetativa arranca más o menos dos semanas después de que tu planta haya germinado. Al principio, el crecimiento es lento, pero llega un punto en el que la planta empieza a tirar hojas y ramas por todos lados. Ahí es cuando cachamos que nuestra planta ya entró en "vegeta". Notarás que comienzan a salir ramas laterales y las hojas se hacen más grandes y robustas. En este momento, nuestra misión como cultivadores es darle una buena estructura para aprovechar al máximo las ramas apicales cuando entre a floración.
¿Qué hacer durante la Etapa Vegetativa?
En esta fase es súper importante ir podando, amarrando y hasta quebrando tallos con cuidado, con la idea de fomentar un crecimiento más horizontal. La idea es que la planta crezca más "ancha" que "alta" para que así, cuando llegue la floración, tengamos un montón de ramas productoras. Como estamos hablando de un cultivo exterior, no podemos controlar tanto los factores climáticos, así que es clave que le demos un buen soporte a nuestras plantas. Esto lo podemos lograr con maceteros grandes, idealmente de más de 18 litros, lo que les permitirá desarrollar un sistema de raíces más robusto y resistente.
Podas y Amarres
Durante la vegeta, uno de los trabajos clave es el manejo de la estructura. Puedes aplicar diferentes tipos de podas para guiar el crecimiento, como la poda apical o FIM, que ayudan a aumentar el número de ramas principales, lo que se traduce en más sitios para cogollos. Además, los amarres (LST) son fundamentales para abrir la planta y que la luz llegue mejor a todas las partes. Esto, combinado con la poda, va a mejorar tanto la ventilación como la eficiencia de la luz solar en la planta, lo que es fundamental en un cultivo exterior.
El truco está en hacer los amarres y podas con cuidado, sin estresar demasiado a la planta. Dale tiempo para recuperarse entre poda y poda, y asegúrate de que el crecimiento sea lo más homogéneo posible.
Cuidados con las Plagas y Hongos
En exterior, las plagas y los hongos pueden ser un verdadero desafío, especialmente en la etapa vegetativa, cuando las plantas están desarrollándose con más vigor. Durante esta fase, es común que aparezcan pulgones, arañas rojas, trips y hasta orugas, que pueden atacar las hojas y debilitar la planta. Para evitarlo, es recomendable aplicar preventivos orgánicos como aceite de neem o jabón potásico. Si detectas una plaga, actúa rápido con productos específicos para controlarlas, siempre tratando de usar lo más orgánico posible para no dañar ni tu planta ni el medio ambiente.
El tema de los hongos también es crucial, sobre todo si estás en una zona con alta humedad. El oídio, por ejemplo, puede aparecer en la vegeta y afectar las hojas, impidiendo que la planta realice la fotosíntesis de manera eficiente. Para prevenir esto, es importante tener una buena circulación de aire entre las plantas y no regar en exceso. Evita mojar las hojas cuando riegues, y si detectas hongos, puedes usar algún fungicida preventivo natural como el propóleo o soluciones de bicarbonato de sodio.
Consideraciones para Cultivo en Exterior
A diferencia del indoor, donde puedes controlar casi todo, en exterior estás expuesto a factores que no puedes manejar, como el clima. Si tu zona tiene vientos fuertes, piensa en usar estacas o mallas para que tus plantas no se vayan a quebrar. También es importante estar atento a las lluvias, sobre todo cuando la planta está en vegeta, porque un exceso de agua puede provocar hongos o pudrición en las raíces. ¡El equilibrio en el riego es clave!